jueves, 15 de febrero de 2007

"Se dió a conocer la región cerebral dónde se manifiesta el deseo de amar"

Estudios científicos en neurociencias de científicos especializados dieron a conocer los lugares del cerebro dónde se activa el circuito del amor por el sistema de recompensa, desencadenando reacciones químicas en el cerebro cuándo se observa la imágen del ser amado, observado por medio de registros de resonancia magnética funcional.
Durante la semana de San Valentín, los enamorados celebran su día del amor con el llamado"amor romántico" como el fenómeno primario aquél del ser humano que ayuda a perpetuar la especie desde su comienzo sobre la Tierra que dió origen a la humanidad.
Como abordar ésta disciplina tan compleja "como la ciencia del amor" es la tarea de la neurobiología que dedicó la investigación en Ohio, EE.UU a estudiar el "amor sin límites" de aquellos mecanismos interconectados en el cerebro para conseguir que se produzca. Estos mecanismos del amor están involucrados en los "sistemas cerebrales de recompensa", son activadas sus áreas cuándo una persona vé fotos de la persona amada a través del sistema de recompensa cerebral, que tiene una alta densidad de receptores hormonales como la oxitocina y vasopresina, comenta Facundo Manes neurobiólogo y director de Neurología y Neurociencia de la Fundación Favaloro.
Los estudios se realizaron con grupos de voluntarios con resonancia magnética funcional mostrando fotos de personas queridas, se observó que regiones celebrales se activan más que otros y algunos específicos a cada sentimiento.
En la relación del amor romántico la activación se dió en la corteza prefrontal derecha y la corteza temporal en los dos hemisferios.
Ésto podría servir para explicar porqué el amor es ciego al ver paralelamente a esa activación que ocurría otra activación de los circuitos cerebrales que son los responsables de las emociones negativas.
En consecuencia, el lazo emocional inhibe en la persona las emociónes negativas al afectar el circuito neuronal y realiza un juicio social de valor sobre otra persona, concluye Manes.
Esto quiere decir que alguién al gustar mucho de la persona solo juzga los aspectos positivos de ella y deja los negativos esfumarse. Durante el estado de enamoramiento que dura varias semanas, al comenzar la relación las zonas cerebrales se activan especificamente y las células se comunican con los neurotransmisores así como las hormonas bañan y modulan su actividad.
Los neurotransmisores como la dopamina y serotonina se relacionan con las emociones románticas y se dá con la hormona oxitocina y la vasopresina tiene efecto sobre la fidelidad y las ganas de afinidad con alguién para quedarse.
La liberación de dopamina afecta cuatro puntos cerebrales; el nudo accumbens, el septum, la admígdala y la corteza prefrontal y las cuatro juntas activan el hipotálamo como el centro de las emociones.
Durante el estímulo se activan los receptores por la cuál la neurona libera dopamina que provoca los mecanismos del deseo y el placer, activando a su vez otras neuronas. Cuándo hay exceso de dopamina liberada al ver al amado la persona siente una profunda sensación de bienestar y así se cierra el circuito del amor.
Enamorarse es provocar una transitoria tormenta de neurotransmisores para la función monógama en la pareja, el erotismo es el corelato fisiológico del enamoramiento que ocurre en el cerebro y se proyecta en el cuerpo con el acto del amor.
En el "amor romántico" las mujeres suelen decir sentir mariposas cosquillando su estómago y otros enfoques artísticos lo estigmatizan con la flecha de Cupido pero San Valentín los une ambos generalizando.
La emociones afectivas en el amor están en la alegría, la sensación de felicidad, la ira, el miedo que son los componentes peicológicos. También son síntomas de enamoramiento la aceleración del ritmo cardíaco, la dilatación de capilares en las mejillas más rozagantes, o a través de la nariz se liberan las feromonas que ejercen la atracción del uno al otro a través del órgano olfativo.
Así la frecuencia respiratoria no baja de 20, los latidos cardíacos superan las 150 pulsaciones, las mejillas sonrojadas, el sudor cae por la piel, el sexo se activa, el hipocampo, el cíngulo y el sistema límbico están en el pico de su actividad. No hay duda están enamorados escribía el biólogo Golambeck en su libro "Sexo, drogas y biología" pero también en muchos casos éstos síntomas también se relacionan más con la ansiedad, que con el amor.
También hay que destacar el tipo de "amor sin límite", no egoísta de acciones generosas que ayuda a vivir más tiempo saludable y feliz. El perdón, la compasión y conductas positivas son emociones también como expresión de amor, pero por dónde se lo mire cuándo el amor es finalmente fuerte, hace mucho bien... y así confirmaría San Valentín; si me falta el amor, nada soy...

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