viernes, 15 de febrero de 2013

"La caza de asteroides sería un futuro negocio lucrativo"


El meteorito apareció en el cielo el 15 de febrero de 2013 en torno a las 09:25 hora local (03:25 GMT) en la región de Cheliábinsk, cerca de los montes Urales fue como una bola de fuego que encegueció a los conductores y transeúntes, mientras que la onda expansiva rompió ventanas y causó daños en cientos de edificios en la región y se observó en el cielo una lluvia de meteoritos.

Los heridos, que ascienden a 1.200, fueron alcanzados en su mayoría por cristales de ventanas rotas, informó el ministerio de Emergencias ruso y con sus 40 toneladas a una velocidad de 20 Km/seg. lo convierten en el objeto registrado más grande en impactar la Tierra.
El meteorito se fue desintegrando casi en su totalidad en las capas más bajas la atmósfera, y explotó en el aire y se desintegró en tamaños menores al tocar tierra.

A su vez el asteroide 2012 DA14 que tiene un diámetro estimado de 45 metros y una masa de unas 40.000 toneladas, se ha percibido como un pequeño punto luminoso. En su momento de máxima aproximación a la Tierra  a unos 27.700 kilómetros [unos 8.000 kilómetros más cerca que algunos satélites artificiales], ha podido ser observado con binoculares y telescopios.
Su observación fue de noche en Europa Oriental, Australia y Asia, pero en América por ser de día no fue posible verlo más que un punto que se desplazaba, y se estima que volverá a pasar nuevamente cerca de la Tierra el 15 de febrero de 2046.
El valor del asteroide 2012 DA14, que éste 15 de febrero pasó a  27.000 kilómetros de la Tierra, ha sido estimado en al menos 165.000 millones de dólares, según la compañía Deep Space Industries.
Según los expertos de esta empresa, el 10% del asteroide es factible para la extracción de metales como el hierro o el níquel, y podría ser usado como material de construcción en el espacio, cuyo costo equivale a unos 130.000 millones de dólares, y la eventual transformación en combustible para cohetes por el agua que contiene el asteroide (un 5% de su masa) ha sido valorada en 65.000 millones de dólares. 
El costo de material extraído se justifica en virtud de su posterior uso en el espacio, ya que estos materiales no tendrían que ser transportados desde la Tierra. Sin embrago, la tecnología necesaria para extraer estos recursos aún no está disponible.
En tanto la compañía Deep Space Industries planea emprender operaciones mineras en asteroides en 2015 y para entonces espera poder lanzar pequeñas naves espaciales tripuladas para la exploración y el estudio de los asteroides que serían útiles para el desarrollo de la minería espacial. 
Además, entre 2016-2020 esta misma empresa planea enviar aparatos más grandes para recoger muestras de asteroides que no podrán exceder los 45 kilogramos.
Hasta el momento, las naves espaciales que las empresas privadas tienen disponibles no pueden considerarse seriamente como una herramienta para ser usada en la minería de los asteroides.
La crisis financiera sacude las mayores economías del mundo, pero tanto los gobiernos como las empresas privadas siguen con inversiones multimillonarias para explorar el espacio. No solo por puro interés académico, sino también por negocio.
El objeto espacial más atractivo desde el punto de vista financiero son los asteroides de la clase M y es la tercera clase más numerosa de asteroides, ya que muchos de ellos son aleaciones de hierro y níquel. 
Según calcula John S. Lewis, de la Universidad de Arizona (EE.UU.), uno de los asteroides más pequeños de la clase, el 3554 Amón, de 2,5 kilómetros de diámetro, costaría unos 87,2 billones de dólares y cabe mencionar que el mayor asteroide de la clase M, el 16 Psique, es de unos 100 kilómetros de diámetro y está formado solo por metales con escasas inclusiones de piedra.
Los asteroides de la clase S, un 17% de todos los asteroides, también son interesantes para los futuros mineros espaciales al consistir mayormente de silicatos de hierro y magnesio, y según los científicos, es muy probable que contengan, agua en sus yacimientos del níquel, oro, platino y otros minerales preciosos. 
El mayor de los asteroides de ésta clase es 15 Eunomia, de más de 255 kilómetros de diámetro.
Según calculos e los expertos de la Nasa, en caso de compartir los ingresos obtenidos a partir de los recursos naturales del cinturón de asteroides entre todos los habitantes de la Tierra, cada uno tendría una fortuna personal de 100.000 millones de dólares.
¿Cómo cazar los asteroides?
Hay varias teorías que describen cómo poder hacerse con un asteroide. Algunos aseguran que se podrán instalar minas e incluso plantas de procesamiento directamente en la superficie de algunos asteroides porque contienen agua y otros hablan de acercar el asteroide al lugar necesario, sea a través de un 'remolcador' espacial o influyendo en su capacidad reflectiva (el albedo, el porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre ella). Para alterar el albedo bastaría con cubrir una parte del asteroide con una cinta protectora: debido al calentamiento irregular de su superficie por el Sol, cambiará su período de rotación.
El Tratado del Espacio Exterior que comenzó en 1967 como un acuerdo entre la Unión Soviética, los EE. UU. y el Reino Unido, ahora abarca a un centenar de países más. En el se estipula que “la exploración y el uso del cosmos exterior debe realizarse en beneficio de todos los países y debe ser de competencia para toda la humanidad”, y el documento prohíbe a los estados hacer concesiones territoriales. 
Específica que la luna y los cuerpos celestes no son sujetos de apropiación nacional, es decir, no puede haber soberanía de un estado sobre ellos.
Sin embargo, el documento deja fuera del marco de la discusión si la ley obligatoria para los estados miembros es aplicable también a las compañías privadas. 
¿Podría una empresa declarar que un asteroide es de su propiedad si es la primera que toca su superficie? 
Y si el derecho a poseer el cuerpo celeste es algo cuestionable, "quién en éste caso tendría derecho a apropiarse de los minerales extraídos de él y del dinero que se obtenga de su venta"? 
Son ‘detalles’ jurídicos que todavía están por resolverse.