Así se entiende un enorme dominio de posibilidades con la construcción de naves espaciales, centrales nucleares, aceleradores de partículas que pueden ser usados para conseguir desarrollos científicos que nos interesen en el futuro.
La revolución informática iniciada a mediados del siglo XX con la automatización tomó tanto auge por los aparatos que el hombre manipula hoy en su beneficio con una relación amigable.
Ya se pueden fabricar robot, máquinas inteligentes que asesoran aspectos técnicos en nuestro trabajo profesional en ingeniería, medicina y toma de decisiones.
La tecnología de la inteligencia es cada vez mayor en los procesos informáticos de datos de tipo neurofisiólogico. La novedad es que intervienen en nuestro organismo subsanando defectos sensoro-motrices desarrollado en el campo de la neuroingeniería computacional que actúa en tres grandes espacios; el maquinismo energético, los precesos de información cognitiva y la incorporación de la máquina informática al cuerpo humano en el sistema nervioso central atendiendo las funciones psicosomáticas y neurovegetativas.
Así puede implantarse un dispositivo electrónico como la prótesis cloclear para un oído que no funciona, puede transformar estímulos sonoros en impulsos nerviosos codificados para permitir oir a los pacientes sordos.
La implantación de biochips en el sistema nervioso permite la recuperación de sensaciones visuales, táctiles y control de movimientos en pacientes tetraplégicos y otras enfermedades de afección motora.
La recepción de los estímulos se pueden controlar por una PC, como así las señales producidas en el cerebro pueden lograr el control muscular o ser movilizado por control remoto inhalámbrica, es así que a través del pensamiento se podrán movilizar miembros superiores o inferiores a través del comando cerebral de señal nerviosa permitiría mover la mano, accionar la tecla o mover un cursor.
En experiencias realizadas en 2003 en la Universidad Duke de Carolina del Norte con monos, se consiguió mediante electrodos conectados en su corteza cerebral obtener movimientos robóticos distante de sus deseos normales. Posteriormente el Dr.John Donoghue neurólogo de Brown University de Providence, EE.UU realizó en seres humanos una interfaz máquina-cerebro en el campo de la neurorobótica.
En la Universidad Reading del Reino Unido, el profesor de cibernética Kevin Warwick implantó chips en el sistema nervioso humano para un proyecto Cyborg a lo que se alude la unión de organismo que se le injerta chips informáticos o aparatos robotizados y se le llama "organismo cibernético", que permite su movilidad accionada.
En los próximos 20 años la tecnología inteligente en controles nerviosos podrá perfeccionarse para abrir nuevas posibilidades para reemplazar miembros inferiores y superiores y dar movilidad que antes era inevitable y crear el sueño utópico que pertenecía a la ciencia ficción, la creación del andreoide humano mitad máquina o cyborg, es decir el hombre biónico, está cerca.
La neuroingeniería futura facilitará información mental y fortificará nuestra memoria pero no podrá controlar las sensaciones espirituales como el amor, el odio, la violencia, respuestas morales por estar diferenciado del psiquismo de la persona.
La libertad de movimientos que disponemos libremente para el uso como el caso de la mano, así como lo vió Aristóteles como el instrumento de racionalidad humana en el dominio del mundo no puede reemplazarse por nuestra libertad racional. Así todo nuestro cuerpo está implicado por su conducta intencional a través del cerebro, el procesador de la información, el rastro de comunicación, la voz y el lenguaje y las manos como órgano de racionalidad sobre las cosas materiales.
Ésta convivencias con el organismo a través de la neuroingeniería con las máquinas y los procesos mentales sólo serán posibles cuando el sistema nervioso funcione adecuadamente.
Pero el perfil de la figura de un Cyborg estará presente como la nueva etapa por conquistar al desarrollo tecnológico que vendrá irremediablemente como la dimensión ética de la razón, será implacable. e1000io
La recepción de los estímulos se pueden controlar por una PC, como así las señales producidas en el cerebro pueden lograr el control muscular o ser movilizado por control remoto inhalámbrica, es así que a través del pensamiento se podrán movilizar miembros superiores o inferiores a través del comando cerebral de señal nerviosa permitiría mover la mano, accionar la tecla o mover un cursor.
En experiencias realizadas en 2003 en la Universidad Duke de Carolina del Norte con monos, se consiguió mediante electrodos conectados en su corteza cerebral obtener movimientos robóticos distante de sus deseos normales. Posteriormente el Dr.John Donoghue neurólogo de Brown University de Providence, EE.UU realizó en seres humanos una interfaz máquina-cerebro en el campo de la neurorobótica.
En la Universidad Reading del Reino Unido, el profesor de cibernética Kevin Warwick implantó chips en el sistema nervioso humano para un proyecto Cyborg a lo que se alude la unión de organismo que se le injerta chips informáticos o aparatos robotizados y se le llama "organismo cibernético", que permite su movilidad accionada.
En los próximos 20 años la tecnología inteligente en controles nerviosos podrá perfeccionarse para abrir nuevas posibilidades para reemplazar miembros inferiores y superiores y dar movilidad que antes era inevitable y crear el sueño utópico que pertenecía a la ciencia ficción, la creación del andreoide humano mitad máquina o cyborg, es decir el hombre biónico, está cerca.
La neuroingeniería futura facilitará información mental y fortificará nuestra memoria pero no podrá controlar las sensaciones espirituales como el amor, el odio, la violencia, respuestas morales por estar diferenciado del psiquismo de la persona.
La libertad de movimientos que disponemos libremente para el uso como el caso de la mano, así como lo vió Aristóteles como el instrumento de racionalidad humana en el dominio del mundo no puede reemplazarse por nuestra libertad racional. Así todo nuestro cuerpo está implicado por su conducta intencional a través del cerebro, el procesador de la información, el rastro de comunicación, la voz y el lenguaje y las manos como órgano de racionalidad sobre las cosas materiales.
Ésta convivencias con el organismo a través de la neuroingeniería con las máquinas y los procesos mentales sólo serán posibles cuando el sistema nervioso funcione adecuadamente.
Pero el perfil de la figura de un Cyborg estará presente como la nueva etapa por conquistar al desarrollo tecnológico que vendrá irremediablemente como la dimensión ética de la razón, será implacable. e1000io
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