domingo, 6 de enero de 2008

"Ser muy autocrítico y obsesivo perfeccionista, tiene riesgos depresivos para la salud"

Un nuevo estudio científico determinó que los perfeccionistas y aquellos que entran en pánico cuándo le salen mal sus cosas fueron los que estuvieron observados por los investigadores para intentar comprender sus trastornos mentales como la depresión y sus conductas compulsivas y las adicciones.
Los perfeccionistas están al borde del agotamiento mental donde le sobrevienen por trastornos alimentarios y pensamientos suicidas al no conseguir resolver cómo advertir el límite de su manía por la perfección, se puede tornar peligrosa. Es natural en una sociedad que su gente quiera ser perfecta en algunos casos como el trabajo, en el hogr, con su apariencia y pulcritud, sus hobbies, etc.
Pero los especialistas señalan que aquellos que padecen trastornos psiquiátricos se diferencian de los perfeccionistas porque luchan contra su estigma de su personalidad y no están orgullosos de serlo, comentó Alice Prevost, psicoterapeuta de la Universidad de California de EE.UU.
Los estudios recientes advierten en no tomar seriamente las perogrulladas de éxito con seriedad porque los perfeccionistas sienten pánico y se les quema los fusibles si las cosas no les sale bien.
Alfred Adler sugiere que el perfeccionismo es valioso para comprender una variedad de dificultades mentales no relacionadas desde la depresión hasta las conductas compulsivas y la adicción.
"Es natural que la gente quiera ser perfecta porqué lo hace más seguro y responsable de sus actos, como un buen cirujano tiene que evitar los errores afirmó Gordon L.Flett profesor de psicología de la Universidad de York, "cuando se generaliza en otras áreas de la vida, el hogar, la apariencia se comienza a ver los problemas".
De ahí que algunos investigadores dividen a los perfeccionistas en tres tipos según encuestas stadards predeterminadas; los luchadores de sí mismos para lograr niveles superiores con peligro de depresión por autocrítica, los fanáticos que centran en lo interno y esperan la perfección de los otros que a menudo arruinan su relación y los desesperados por alcanzar un ideal convencidos que los otros esperan de él, desarrollan un factor de riesgo de pensamiento suicida y trastornos alimentarios cuando fracasan.
Contrariamente aquellos que tienen diagnóstico psiquiatrico, éstos no luchan ni se consideran disfuncionales a sí mismos por el contrario afirmó Alice Prevost "luchan contra impulsos perfeccionistas y están orgullosao de hacerlo y para ellos los altos valores culturales refuerzan sus actitudes".
Por su parte psicólogos de la Universidad Tecnológica de Curtin en Austarlia encontraron que el nivel de pensamiento a "todo o nada" predijo que los perfeccionistas conducen su vida construyendo sobre sus errores y sus máximas para un éxito no son absolutas.
La carga de espectativas perfeccionistas al ser demasiadas luchan contra el mal hábito y quebrarlo tiene que ser de una sola vez como por caso, fume una solo vez, beba un solo trago ya que es mejor un traspié que una recaída y peor aún una caída de un fracaso y si ya ha caído puede reincidir en 2 ó 3 veces más, y ésto fué debatido para insistir en aquellos que necesitan abstinencia total necesaria como tratamiento por el abuso de drogas y para que su rehabilitación sea completa, bajo éste principio: "o uno está limpio ó no lo está" no hay nivel medio.
Prevost con sus participantes de su estudio aseguró que a menudo se mostraban síntomas de trastorno obsesivo compulsivo como riesgo para los perfeccionistas al no soportar un escritorio desordenado en su trabajo, también era imposible dejar de terminar un trabajo comenzado, y invertían largas horas en rehacer la tarea buscando el ideal que sólo ellos querían ver.
Un experimento de contrariedad probó hacer Prevost con sus participantes, y fué inicitarlos a abandonar sus propósitos en contra de sus instintos en el contexto de sus trabajos; retírese del trabajo al justo horario, tómese los recreos necesarios permitidos, deje desordenado sus escritorio, permítase cortar su trabajo y luego retómelo... y luego pregúntese; "Fué castigado por todo ello?, se paralizó la universidad o siguió continuando?, se siente más feliz ahora?, todos estaban sorprendidos porque todo siguió igual y las cosas que ellos les preocupaba no eran tan importantes.
Los británicos usan un dicho para alentar a la gente para mostrar sus habilidades y a la vez se burlan del temor al fracaso con ironía; "hágalo lo peor que pueda".
Si uno consigue tolerar y hacer algo mal de vez en cuando puede reconocer hasta que punto podemos ser honestos y hasta dónde con nosotros mismos que humildemente ya no es poco.
Fuente The N.York Time.
e1000

No hay comentarios: