miércoles, 24 de octubre de 2007

YACYRETÁ: monumental represa energética y mayor obra de la corrupción.

Desde más de una década se viene anunciando permanentemente la terminación de la obra en pocos años más, pero continúa como el mayor emprendimiento que más tiempo ha tardado en ver la luz. Un informe realizado por el Banco Mundial asegura que el problema radica en los intereses económicos y una corrupción enquistada que actúa sobre la Entidad Binacional, impulsa obtener un mayor beneficio del proceso de construcción aparentemente interminable de la central energética y sus complementarias obras que de las ventas de energía.
Actualmente la Argentina necesita para su crecimiento incrementar su energía que bien puede ser aportada por la represa de Yacyretá. Por tal motivo incluyó la obra en prioridad al Plan Nacional 2004/8 y que durante el 2005 pretende elevar la cota a 78 mm lo cuál implicaría un aumento de 360 MW de potencia adicional. Posteriormente se haría lo propio hasta 83 mm para llegar a una potencia de 3100 MW con una energía generada de 19/20.000 GWh para un plazo de cuatro años ( 2006/10).
Yacyretá es la obra de mayor costo económico que no se recuperaría en los proximos treinta años por ser el mayor costo a la corrupción a pesar de tener recibido ingresos efectivos por energía vendida por 1000 millones de dólares.
El proyecto Yacyretá original fué de una inversión física de 5340 mil millones de dólares financiado el 71% por el Gobierno argentino ( 3784 MMillones de dólares ), un financiamiento del Banco Mundial por 837 MMillones de dólares con costos financieros de BM por 529 MMillones de dólares, dejan una deuda al Tesoro argentino de 9.037 MMillones de dólares y por lo cuál el gobierno argentino pagó el 77% al BM y el 66% al BID.
Durante el 2005 se llevaron adelante negociaciones donde la estrategia de funcionarios paraguyos es clara, pero no tanto por la parte Argentina que persiste en no evaluar la sustentabilidad para la terminación de la obra tomando en cuenta los costos reales frente a los problemas técnicos y transparentar o mitigar el transvase del lago Yacyretá hacia los esteros del Iberá y el diseño de las nuevas turbinas, señala el informe enviado del Ente Binacional Yacyretá (EBY), enviado al Congreso argentino.
En el costo de expropiaciones, la EBY estableció nuevas normas de valuación por ambos márgenes del rio para expropiar en el futuro comprendidos en el nuevo Plan de Terminación por un monto de 163 millones de dólares con un acuerdo marco que de superar esa cifra, el gobierno paraguayo se hará cargo del excedente.
La obras comprometidas llevan un retraso de 6 meses a pesar de revisionar el cronograma y de las reuniones de Alto nivel entre BID/ BIRF/ EBY, se definió contratar una consultora especializada independiente de EBY para la puesta en marcha de la estructura gerencial del Plan de Terminación ( como más gasto burocrático ), sería para el 31 de marzo de 2005 y hasta la actualidad se designaron los gerentes solamente.
Para hacer sustentable la terminación del proyecto a partir de la cota 79 en que se producirían importantes inundaciones en el territorio paraguayo, la población quiere sentirse participando de esa terminación de la obra sin más corrupción y que termine la impunidad junto a los problemas ambientales que se producirán.
De un fallo arbitrario de EBY demuestra que su objetivo primordial será elevar el nivel del embalse de la represa, desentendiéndose de los derechos de las familias que serán afectadas por la cota final para su terminación. Ésto no será fácil para algunos por la falta de decisión polìtica y administración eficiente para terminar el proyecto sin dejar asuntos pendientes entre ambas naciones.
La mayoría de los especialistas coinciden que después de treinta años de comenzado representa demasiado tiempo como símbolo a la corrupción y por la desconfianza a personas, funcionarios y comunidades que fueron afectados sin obtener resultados positivos. Para evitar errores pasados se necesita una polìtica de negociación con los vecinos en base a una estrategia con planeamiento energético con sustento económico social que abarque a la sociedad que se dejó hace 35 años, y que en la etapa de los 90 cuando se creyó en el pensamiento único y en el fundamentalismo de mercado, todavía no se obtuvieron soluciones razonables.